Decidir qué botellas comprar para equipar el bar de casa puede ser un proceso complejo y lleno de cuestionamientos. Lo mismo pasa con los utensilios y la cristalería. Ya nos ha tocado conocer lo referente a los utensilios básicos. En esta ocasión, abordaremos un tema mucho más amplio que requiere un mayor conocimiento, pero si nos basamos en los siguientes tres fundamentos, las cosas se pueden facilitar mucho. Veamos:

  1. El costo: Es importante tener un presupuesto definido con la finalidad de que nos guíe para la decisión de la calidad (precio) y cantidad de los destilados y licores que se vayan a comprar.
  2. El espacio: No es lo mismo guardar 4 botellas que 12 o más, además de considerar los utensilios y la cristalería. Así que, considerar el espacio con el que contamos para guardar las botellas que planeemos obtener, es básico.
  3. Tipo de bebidas: Para empezar, lo ideal es personalizar las bebidas que nos gusten y/o queramos preparar para nuestros invitados. Esto nos permitirá definir la lista de ingredientes que se necesitan y de ahí, las botellas a adquirir. De la misma forma, ayudará a definir la relación de los utensilios, cristalería e incluso los mezcladores (bitters, refrescos, sodas, jugos, jarabes, frutas, especias, etc.).

Créanme que podemos perder la cabeza (además de invertir mucho dinero), si queremos equipar al cien por ciento nuestro bar desde el principio. En ese sentido, lo mejor es empezar con lo básico, de acuerdo a nuestros gustos, y poco a poco ir agregando mayor variedad. Lo peor que puede pasar es comprar una botella para usarla una sola vez y que después se quede empolvándose en algún rincón de nuestro bar.

De cualquier forma, tampoco debemos olvidar los principios básicos que aprendimos en el artículo anterior, principalmente el de la calidad de los ingredientes. De tal forma que, antes de ir corriendo a la licorería, repasar los 3 fundamentos y hacer la lista de compras es de vital importancia.

Bien, ahora toca definir los seis destilados, fermentados y licores esenciales con los cuales se pueden preparar la gran mayoría de los cocteles:

Vodka:

Quizá es el destilado más versátil de todos, ya que existe una gran variedad de cocteles que lo utilizan como ingrediente principal por tener un sabor neutral. Actualmente, existe una gran variedad de vodkas de diferentes países de origen e incluso, destilado de diferentes granos o vegetales, mismos que por lo pronto no describiré; eso lo dejaré para otras entregas más adelante. Este destilado puede usarse para preparar el típico Vodka Martini, un Bloody Mary, el Moscow Mule o un Lemon Drop.

Ginebra:

Otro de los destilados más usados en la coctelería, aunque con un toque mucho más aromático que el vodka, que en algunas ocasiones pudiera no entrar en el gusto de la mayoría de las personas. De la misma forma que lo que pasa con el vodka, en la actualidad contamos con una enorme variedad de Ginebras de una multiplicidad de países, con perfiles aromáticos, dentro de una misma gama, muy diversos entre sí. Es la base principal del Martini (el original), el Negroni, el Hanky Panky o el Long Island Iced Tea.

Ron:

El blanco es el que se usa de forma principal, pero también hay algunos cocteles muy buenos que llevan un ron añejo. Sin embargo, para empezar basta con un buen ron blanco, cosa que para la mayoría de nosotros los mexicanos, seguramente no será nada ajeno. Tiene un sabor también relativamente neutro, pero ya con presencia importante de sabor dulce y a caña, que lo hace muy apetecible y de un gusto muy generalizado. La Cuba Libre es el coctel por excelencia, así como lo son también el Mojito, el Daiquiri y la Piña Colada. Un clásico como el Bull, no puede salir de la lista o también el Hemingway Daiquiri, variación del original.

Whisky:

Ya sea whisky, nombre usado en la mayoría de los países o bien whiskey, usado en Estados Unidos e Irlanda, principalmente. Esta bebida, destilada de diversos granos, como la cebada, el maíz, el centeno, etc., que actualmente esta muy en boga, resulta ser también el origen de muchos y muy diversos cocteles, sobre todo la versión norteamericana, ya que como ya lo vimos en el artículo inicial, esa nación es considerada como el origen de la coctelería. De manera que, el whiskey o también denominado bourbon o incluso Tennesse whiskey, es una de las botellas con las que se debe contar en un bar. De nuevo, ahora no entraré en más detalles, así que por lo pronto les diré que una botella de un buen bourbon (para generalizar al whiskey americano), se puede usar tanto para preparar cocteles, como para tomarse derecho o en la rocas. Aunque, después aprenderemos que tener también una botella de Rye whiskey o simplemente Rye (whiskey de centeno), para efectos de la coctelería, podría resultar básico. Por la variedad de sabores que el whisky aporta y sus diferentes ingredientes de origen y métodos de destilación, no se debe de prescindir de una botella de un buen scotch whisky, ya sea un buen blended o mejor aún, un single malt. Con esos whiskys se pueden preparar cocteles como el Manhattan, el Old Fashioned, un Sazerac; todos con bourbon o Rye; y con scotch, el Penicilin, el Rusty Nail, el Drunk Uncle o el Bobby Burns.

Tequila (y Mezcal):

Por supuesto que no puede faltar un buen tequila o mezcal y menos en casa de un mexicano. Idealmente blanco, pero también hay muy buenas recetas con responsado o incluso con añejo, sobre todo porque también lo vamos a usar para tomar derecho. Ah, por favor, tómenlo mejor en copa tequilera y ya no en el típico caballito. Ya les platicaré sobre los beneficios y diferencias qué hay entre una y otro, y principalmente de la gran diferencia que hace para nuestra percepción del sabor y aromas. Actualmente y ya desde hace algunos años, el Mezcal se debe agregar a la lista, no solo por tratarse de un destilado mexicano que esta de moda, si no porque aporta un toque de sabor que enriquece cualquier coctel y de igual forma se puede disfrutar solo. El coctel por excelencia es La Margarita, pero los hay más modernos como el Distrito Federal (o Tequila Manhattan), el José Wallbanger o el Tequila Daisy, el Polar Bear, el Tequini, Tequila Sunrise, La Paloma, Mexican Mule, el Oaxacan o Mezcal Negroni, el Zapatero, el Naked & Famous…, en fin, la lista sigue y sigue…

En general, los “clásicos” hablan de 6 destilados básicos, los cinco listados más el brandy, con el cual también se pueden hacer deliciosos cocteles, a pesar de que en nuestra cultura estamos más acostumbrados a tomarlo derecho. Sin embargo, por ahora no lo mencionaré a detalle y lo dejaré para otro artículo más adelante, así como a otros tantos destilados que eventualmente se podrán considerar como una buena adición a nuestro bar.

Así mismo, tampoco abundaré en los siguientes fermentados, vinos y licores; los cuales solo listaré como parte de los básicos para completar el bar de casa: Angostura bitters o también llamado Amargo de Angostura – ya les contaré la historia— (para un buen Old Fashioned), Vermouth rojo y vermouth seco (por ejemplo, para un Manhattan o un Dry Martini, respectivamente), Campari (para un delicioso Negroni), Triple Sec o Licor de Naranja (para una Margarita), Licor 43 (para el Carajillo) y quizá un licor de café, Kalhúa por supuesto (por ejemplo para un Espresso Martini).

No debemos olvidar tener a la mano jarabe natural, jugo de limón verde y amarillo (recién exprimidos ambos), jugo de tomate, naranjas (obvio limones también), aceitunas y quizá hojas hierbabuena o menta. Además de los típicos: Cerveza, refrescos de cola, de toronja y de limón, agua mineral, agua quina; y también, salsa Tabasco y salsa inglesa, sal, sal de gusano y pimienta. Todos los anteriores, sirven como ingredientes o bien, como parte del adorno o “garnitura” de muchos cocteles.

La lista puede parecer interminable, pero cuando nos demos cuenta que una gran parte de los destilados y algunos ingredientes los podemos tener ya en casa, la lista parecerá no ser tan larga y así, tendremos lo básico para divertirnos preparando varios cocteles, atendiendo de gran forma a nuestros invitados.

Pasemos ahora al coctel del mes, un delicioso Dirty Martini, una creación personal desarrollada de una receta que se supone es la original, que le da un toque espectacular y que convierte a este Martini en dos cosas al mismo tiempo: un coctel y una botana: 


Dirty Blackish Vodka Martini


2 ½ oz o 75 ml Vodka Grey Goose

1 oz o 30 ml. Extra Dry Vermouth

1 aceituna verde sin hueso

3 aceitunas negras sin hueso

3 cucharaditas de salmuera de las aceitunas negras


2 aceitunas verdes sin hueso

1 aceituna negra sin hueso


Agregar las cuatro aceitunas en un shaker y macerarlas con un mortero hasta que quede una consistencia pastosa y uniforme. Agrega el resto de los ingredientes al shaker, junto con mucho hielo y  agitar vigorosamente durante 15 segundos para mezclar y enfriar el coctel.

Servir haciendo un doble colado, ya sea usando el colador integrado al shaker o bien, un colador Hawthorne, junto con un colador de malla fina, directo en una copa de martini previamente enfriada en el congelador y se adorna con las 3 aceitunas restantes insertadas en un palillo coctelero. 


Salud!

14 julio 2022 — Josefa Guzman Quintana

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